La
violencia contra la mujer es cualquier manera de violencia, que se
ejerce contra la mujer, por su condición de ser mujer. Dicha
violencia es consecuencia de la histórica posición de la mujer,
dentro de la familia patriarcal, en la que se encontraba subordinada
al hombre, sin tener derechos como persona. La violencia contra la
mujer posee numerosas facetas: desde la simple discriminación y el
menosprecio, pasando por la agresión psicológica, física o sexual,
terminando con el asesinato. Se produce en muy distintos ámbitos
-desde el familiar, el laboral o el formativo...-, va a adquirir un
especial dramatismo, en el caso de la pareja o en el ámbito
doméstico. Todo esto provoca que, año tras año, mueran decenas o
cientos de mujeres en todo el mundo, que son asesinadas a manos de su
pareja, en diversos países de todo el mundo. Al menos una de cada
tres mujeres, en el mundo, ha sufrido, a lo largo de su vida, un acto
de violencia de género (maltrato, abuso, violación, acoso...).
Desde varios organismos internacionales se ha señalado que esta
clase de violencia es la primera causa de muerte, o de invalidez, en
el caso de las mujeres, entre los 15 y los 44 años. Las Naciones
Unidas, en su 85” sesión plenaria, el 20 de diciembre del año
1993, decidió ratificar la Declaración sobre la eliminación de la
violencia contra la mujer, en la que se reconoce como un grave
atentado contra los derechos humanos.
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