Las
peores condiciones, sin duda, se viven en la India más rural, donde
las mujeres son las productoras agrícolas más importante y deben
trabajar en el campo, con la dureza de su trabajo, durante todo el
día, pero no tienen ningún control sobre la propiedad, tanto de la
tierra, como de la agricultura. Además, van a tener un menor acceso
y control de los recursos productivos, aunque su carga de trabajo es
muy importante y se sigue manteniendo las bajas remuneraciones, las
malísimas condiciones de trabajo, una escasa o nula cobertura de la
seguridad social y las largas jornadas de trabajo. La Fundación
Vicente Ferrer ha comenzado una nueva campaña, a nivel nacional,
para poder sensibilización del género, “Mujeres: la fuerza del
cambio en la India”, que va a recorrer 22 ciudades en España, como
una exposición fotográfica itinerante. Sin duda, una situación
cruel y que nos demuestra que, hoy en día, nacer mujer, en
demasiadas partes del mundo, es ser ciudadano de segunda o de
tercera.
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