También, tenemos que mencionar el hecho de que hay una rica tradición literaria, donde se busca fomentar la imagen machista, a través del desdén o del maltrato de la mujer, como son las obras que tratan al personaje de Don Juan Tenorio. En América Latina, por ejemplo, se considera que el machismo es la otra cara de lo que se conoce como marianismo. Pero, un dato curioso es que, en la cultura náhuatl, la expresión Macho (que no tiene nada que ver con la palabra macho, en lengua española), ya que se traduce como ejemplar, o sea, un macho es aquel que es digno de ser imitado, de allí que, en México, haya muchas confusiones, si la palabra no se emplea con más precisiones.
De manera tradicional, el machismo va asociado con las tareas, que se diferencian entre los hombres y las mujeres, ya que, en muchas sociedades o culturas, las mujeres continúan estando bajo la figura de los hombres, de una manera subordinada. En las sociedades más tradicionales, son los hombres los que suelen tener el poder y el estatus, mientras que las mujeres se encuentran limitadas, en ambos casos. En las sociedades modernas, las actitudes más machistas tratan de justificar estas ideas, a través de la preponderancia, el bienestar y la comodidad por parte de lo hombres.
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