Desde
el caso de Wanda Taddei, nos encontramos que más de 50 mujeres han
muerto quemadas, en todo el país argentino, según ha indicado el
Observatorio de Feminicidios en Argentina, Adriana Marisel Zambrano,
que está coordinado por la asociación civil La Casa del Encuentro.
Trucuman no se ha quedado fuera del mapa de violencia, contra la
mujer. Otro caso, es el de María Medina, de 31 años de edad, que
fue quemada viva por su novio en su casa, que se encuentra en Villa
Luján; y, María Marquese Bernuncio, de 42 años de edad, que estuvo
agonizando, a lo largo de un mes, antes de fallecer en el hospital
Centro de Salud, a causa de las lesiones, que superaban el 50% de su
cuerpo, que forman parte de la crónica negra, del país, a lo largo
de este año. Los expertos consideran que hay que identificar estos
actos como un acto, completamente desesperado, de poder disciplinar o
castigar a las mujeres, que no se ajustan a su papel o que intentan
rebelarse, contra las normas establecidas. En el acto de desfigurar a
una mujer, nos encontramos con un mensaje: “si no sois mía, no
sois de nadie”.
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